El mundo es tierra de nadie. Los
elegidos caen presos de su silencio, las sonrisas y aplausos adornan sus dudas.
Siento lo que no puedo nombrar, pero disfruto mi hilaridad. En la eterna
situación de no volver, celebro a los caídos, me alejo del poder, de los logros
baldíos y la belleza fatal.
Juego a no jugar. Actúo lo mejor posible; y lo haré hasta el final. Si con el
tiempo, el resultado parece bueno, no será importante lo que se piense de mí.
Si con el tiempo, el resultado parece malo, ¿habría alguna diferencia?
“...sólo soy un alma que escribe su historia sobre la corona de los cielos con letras de sangre, amor y fuego…”
30 de julio de 2015
No dejes que...
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