Si
los he ofendido, piensen en lo que viene y todo se arregla. No hice más que
errar por aquí al aparecer en sus visiones. Y este débil y vano tema, no tiene
otro fruto que éste sueño que pido: “¡Hombres, amen de verdad! ¡Mujeres,
permítanse amar!
Si
perdonan, todos reparamos. Y al ser yo lo que soy, si bien poco merecida suerte
tengo ahora de escapar al veneno de la serpiente que me acecha, los ayudaré en
poco tiempo. De lo contrario, podrán llamarme mentiroso…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario