“...sólo soy un alma que escribe su historia sobre la corona de los cielos con letras de sangre, amor y fuego…”
21 de junio de 2013
14 de junio de 2013
Fue
¡Mariposa Nocturna! Otra vez yo, aquí, desde mi nido.
He pensado mucho en ti durante el tiempo reciente. Han pasado tantas cosas desde aquella vez cuando cara a cara y sin prevenciones, hablamos tan abiertamente. Y muchas inquietudes todavía me asaltan al recordar aquel hermoso pasado que quise que fuera un eterno presente pero que tristemente no pudo ser.
He pensado mucho en ti durante el tiempo reciente. Han pasado tantas cosas desde aquella vez cuando cara a cara y sin prevenciones, hablamos tan abiertamente. Y muchas inquietudes todavía me asaltan al recordar aquel hermoso pasado que quise que fuera un eterno presente pero que tristemente no pudo ser.
Tantas veces me pregunté:
¿Quizá fue por…? ¿O tal vez se haya frustrado porque…? ¿De pronto algo falló en…? ¿A lo mejor no se dio debido a…? Hoy pienso que quizá el responsable fui yo.
Aunque de cierto, sólo tú lo sabes todo de mí, incluso que no me gusta la sociedad en que vivo.
Conociste que jamás
gocé de ese jardín del que me hablabas, que no tuve amaneceres felices luego de
aquel infortunio que destrozó mi corazón, que no volví a degustar el aroma de una
caricia sincera y que mi única ilusión era irme contigo a casa. Pero sólo recibí tu silencio. Un silencio que nunca entenderé.
Siempre quise contarte el por qué de mis ojos tristes pero confieso que me vi tan
lejano de ti pues creí que habías olvidado aquellas palabras del
pasado; incluso sentí que mi presencia te fastidiaba como una piedra en tu calzado. Sin embargo, tu recuerdo estuvo ahí, tan real, tan
presente, al igual que cuando me viste por primera vez en
aquel atardecer bajo la sombra de aquellas ramas silvestres.
Por ello, no tengo razón alguna
para molestarme contigo ni mucho menos, tengo algo qué reprocharte.
Reconozco que no estuve a la altura de tu honor ni logré descubrir el verdadero
tesoro que hay en ti. Lo siento mucho y te pido perdón.
Esperaría que algún día me
necesites, que alguna vez me extrañes, o siquiera, me hagas saber qué sientes y
qué piensas de mí. Me ayudaste a comprender que el no conquistar
cumbres y ceder mi lugar a otros, también hace parte de mi vida.
Mariposa nocturna, ¿te molesta
que te llame así? Nunca me dijiste si te incomodaba o no. Por favor, nunca dudes que a pesar de mis tropiezos y fallas, siempre estaré ahí, atento y dispuesto a persistir hasta el final.
Y cuando mi castillo de
arena se desvanezca, cuando mi mente se pierda entre nubarrones, anhelo cruzar aquel sombrío sendero que durará
cual brisa de madrugada. Es y será mi último y más profundo deseo
que nadie impida mi regreso, excepto tú.
¡Hasta pronto!
9 de junio de 2013
¡Escucha!
…escucha Señor mi oración
Considera mi pensamiento
Atiende a la voz de mi
clamor
Porque ante ti oraré
Oirás mi voz de mañana
Oh Señor, de mañana
Me presentaré
Y ante ti esperaré…
(Psalm 5)
3 de junio de 2013
Laberinto
Bien se ve que sólo fue
La empresa de tus talentos
El probar lo más difícil
No persuadirte a creerlo...
(Sor Juana Inés de la Cruz)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)