A la memoria de mis mayores y evocando a Donne, te digo
en este soneto sagrado: ¡Oye Muerte! Resigna tu orgullo. Algunos te llaman poderosa
y temible pero nada de eso eres. Porque aquellos a quienes pensaste que
derribabas no han muerto. ¡Pobre de ti, muerte! Pues ni aún tú podrás matarme…
“...sólo soy un alma que escribe su historia sobre la corona de los cielos con letras de sangre, amor y fuego…”
27 de abril de 2013
19 de abril de 2013
Hay Alguien...
Hay
alguien que no hallaré al regreso de mi jornada
Alguien
de quien no volveré a recibir ése cálido abrazo
Alguien
que no llamará el domingo por la mañana
Alguien
que no veré envejecer a plenitud
Hay
alguien que no gozará de aquel especial aroma de hogar
Alguien
que no enjugará otra vez mis lágrimas infantiles
Alguien
que no sonreirá con mis trazos y figuras de colores
Alguien
que no contará otra historia sobre héroes y tumbas
Hay
alguien que no aliviará mis heridas de batalla
Alguien
que no disfrutará mis conquistas de ocasión
Alguien
que no escucharé más en su nocturno silencio
Alguien
que nunca estará en mi último desierto
Pero
también…
Hay
alguien que descansa a placer en las alturas de Dios
Alguien
que se recrea en un lugar de dulce habitar
Alguien
que añoro en lo profundo de mi brillante mirar
Alguien
que perdura en el fuego sagrado de Sion
Hay
alguien que me enseña a creer en mi propia grandeza
Alguien
que me aviva con la herencia de su amor maternal
Alguien
que me impulsa a descubrir el valor que no se ve
Alguien
que no quiero archivar en postales de soledad
Hay
alguien cuya presencia desvanece mi gloria y mi dolor
Alguien
que ilumina mis noches de velero en altamar
Alguien
que inspira el sueño de regresar a mi hogar
16 de abril de 2013
9 de abril de 2013
4 de abril de 2013
Ensueño real
En busca de refugio seguro, camino
entre los suburbios de la ciudad de la guerra sin fin. Entonces, una dorada
doncella con aroma de Edén y rostro de ángel, se acerca lentamente hasta mí y
exclama:
- “¡Hasta que apareciste!
Aunque te estás desmoronando por dentro… estoy segura
que esto será para mejor”
Le interrumpo diciendo:
- “Aquella noche lluviosa cuando entraste a mi fortín,
¿fue algo casual o no?”
Me dice:
- ¿Olvidas
que soy la elegida del palacio sin rival? Sabes que no es ni fue coincidencia”
Pero yo insisto:
- “Me parece haberte visto antes. Tu mirada es
similar a la de una mujer que conocí, pero ella era sólo un sueño”
Me pide que le hable acerca de
ella pero insólitamente no logro recordar. Es como si nunca hubiera sido verdad.
- ¡El sueño! – es mi grito desesperado - ¡Ayúdame a recordar
el sueño!
Me mira sorprendida y guarda
silencio. Entonces le pido:
- ¿Lo harás para mí?
Ella, dulcemente me responde:
- “Por ti y para ti, ya hice lo que debía hacer”
Luego, con sus ojos de seda acaricia
mi pálido rostro y dice:
- “¿Qué haces aquí?
Mirando al suelo y con voz pausada,
le contesto:
- “Yo… yo deseo ser olvidado… Sí,
prefiero ser olvidado...”
Ella, sonriendo, pregunta:
- ¿Por
quién?
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