27 de abril de 2013

Sacro Recuerdo

A la memoria de mis mayores y evocando a Donne, te digo en este soneto sagrado: ¡Oye Muerte! Resigna tu orgullo. Algunos te llaman poderosa y temible pero nada de eso eres. Porque aquellos a quienes pensaste que derribabas no han muerto. ¡Pobre de ti, muerte! Pues ni aún tú podrás matarme…










No hay comentarios.:

Publicar un comentario